Sindy Rodriguez tiene 28 años con raíces indígenas-Lenca y originaria de Los Mangos, Yamaranguila, Honduras. En su comunidad, la mayoría de las personas cultivan para vivir y no se arriesgan a iniciar sus propios negocios. Desde el principio, Sindy ha luchado contra las opiniones negativas e incluso discriminatorias de su comunidad por convertirse en una mujer empresaria y decidir cursar estudios superiores. A pesar de estos obstáculos, Sindy decidió estudiar una licenciatura en Administración de Empresas porque estuvo segura de que, si no puede encontrar un trabajo de inmediato, tendría el conocimiento y el impulso necesarios para tener éxito a largo plazo.
Una pasantía transformadora
Durante un año, Sindy formó parte del Programa de Pasantías para la Inclusión Social de USAID a través de la Actividad de Gobernabilidad Local de Honduras (GLH) y se desempeñó como asistente de operaciones y sociedad civil en la oficina regional de Santa Rosa de Copán.
“La pasantía con GLH me ayudó a tener mayor claridad en mis ideales y mi plan para lograr mis sueños. Ahorré mi dinero y elegí administrar mis propios ingresos. Cuando terminé la pasantía en agosto de 2019, sabía que solo tomaríamos café a fin de año y el resto del tiempo lo tenía para generar ingresos, así que decidí invertir en un pequeño mercado de abarrotes”.
Durante su pasantía, Sindy aprendió cómo trabajar en un espacio de oficina, usar programas de computadora, preparar capacitaciones y completar tareas administrativas y contables. También asistió a capacitaciones y talleres de emprendimiento donde incrementó sus conocimientos sobre cómo crear su propio negocio.
El cultivo del café, una tradición familiar
La familia de Sindy ha cultivado y producido café durante décadas y vendido productos en los mercados locales. Con el dinero que ahorró de su pasantía, Sindy le pidió a su padre que le diera un terreno, luego compró 1800 plantas de café y sentó las bases de su sueño como empresaria.
La microempresa empodera la economía local
Sindy sabía que necesitaba un flujo constante de ingresos y no solo durante la temporada de cosecha del café. Creó un pequeño mercado de abarrotes e invirtió las ganancias en su negocio de café. Sus dos microempresas generaron oportunidades en su comunidad, empleando hasta doce personas durante la cosecha del café.
“Cuando miro a Sindy en 2018, que recién comenzaba la pasantía, me doy cuenta de que ahora mis objetivos son claros y tengo las habilidades para lograrlos. Hoy me siento más estable. Incluso puedo pagar la universidad usando las ganancias de mi tienda. Ahora veo los frutos de mi trabajo y esto lo inicié gracias al apoyo de USAID y la Red de Institutos Técnicos Comunitarios”.
Emprendedora y profesional de los negocios
Además de sus dos negocios, Sindy actualmente tiene un trabajo de tiempo completo. GLH contribuyó a su formación como profesional y luego se convirtió en su empleador.
A través del proceso empresarial, Sindy creó un sustento sostenible y arraigo en la comunidad para sí misma, mientras inspiraba a otros jóvenes en áreas rurales como ella a buscar alternativas a la migración.