Las mujeres contribuyen al Desarrollo Económico Local de sus municipios en el occidente de Honduras: Sindy Rodríguez

“Soy mujer, joven, y de origen indígena-lenca, me convertí en emprendedora a través del cultivo del café y tengo una pulpería. La ruta de emprender la tracé durante mi pasantía en la Actividad, hoy la estoy recorriendo en pro de mi familia y mi comunidad.”

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Sindy de 26 años, es originaria de la comunidad de los Mangos en Yamaranguila, a 210 km de Tegucigalpa, capital de Honduras. Sus iniciativas de emprendimiento están teniendo un efecto positivo en el desarrollo económico local. Desde sus inicios, Sindy tuvo que luchar contra pensamientos negativos y hasta discriminatorios en su comunidad, no solo hacia las mujeres, sino también hacia personas que deciden estudiar. En su comunidad, la mayoría cree que la mejor opción es el cultivo de tierras y casi nadie se arriesga a emprender. Sumado a esto, gran cantidad de jóvenes al no encontrar opciones de trabajo, deciden migrar a los EE. UU. A pesar de este tipo de obstáculos, Sindy decidió estudiar, porque estaba segura de que, aunque no pudiera encontrar un trabajo rápido, iba a tener más conocimientos y oportunidades que el resto de los jóvenes de su comunidad.

Estoy acostumbrada a esforzarme por lo que quiero, al iniciar la pasantía sabía lo que quería y me esforcé por tenerlo. He terminado la pasantía, pero hoy más que nunca estoy empoderada de mis ideas. Explica Sindy luego de ver su vídeo-entrevista del inicio de su pasantía.

UNA PASANTÍA TRANSFORMADORA

Durante un año Sindy formó parte del Programa de Pasantías para la Inclusión Social de USAID a través de la Actividad Gobernabilidad Local Honduras (GLH), se desempeñó como asistente del área de sociedad civil y operaciones de la oficina regional de Santa Rosa de Copán.

“La pasantía en GLH me sirvió para tener mayor claridad de mis ideales, llevar el sueño al plan, hice ahorros y opté por gestionar mis propios ingresos. Cuando la pasantía terminó en agosto 2019, sabía que tendríamos café solo al final del año y el resto del tiempo debía generar ingresos, por eso decidí invertir en una pulpería.”

Sindy aprendió durante su pasantía, a desenvolverse en un espacio de oficina, a desarrollar procesos administrativos, el manejo de programas informáticos, a preparar capacitaciones y desarrollar tareas administrativas y contables. También asistió a capacitaciones y talleres de emprendimiento que le ayudaron a tener más conocimiento para la creación de su propio negocio.

La chispa de Sindy estaba encendida mucho antes de entrar a la pasantía.

En el pasado fui ayudante de farmacia, mesera, cuidadora de personas con Alzheimer; caminaba tres horas desde mi casa para ir al colegio o trabajar en Yamaranguila y esas dificultades solo me motivaban a buscar un mejor futuro para mí y mi familia”

CULTIVANDO CAFÉ, UN PATRIMONIO FAMILIAR

Sindy está sumando a la economía familiar, su padre heredó un terreno y lo utilizaba para el cultivo de frutas y verduras para consumo propio y para vender en los mercados de Yamaranguila e Intibucá. Decidió entonces pedirle a su padre que le diera una parcela para poder cultivar café, siguiendo los pasos de su abuela a quien admiraba tanto. Gracias a sus ahorros durante la pasantía, ha podido comprar hasta 1800 plantas de café, e iniciar su sueño de mujer emprendedora.

“Lucho contra la discriminación a diario, esto no me impide salir adelante; al contrario, pronto tendré un vivero y a la vez retomaré mis estudios universitarios.”

UNA IDEA DE COMERCIO QUE POTENCIA LA ECONOMÍA LOCAL

Sindy estaba consciente que necesitaba un ingreso constante, no solamente en los tiempos de corte de café (tres meses al final del año), por lo que, decidió emprender nuevamente. Invirtió en una pulpería que le ha permitido obtener más ingresos para seguir desarrollando su parcela. Se ha convertido en generadora de empleo mediante su microempresa. Contrató a su hermana para que le apoye y con más ayuda ha extendido su horario de atención de lunes a domingo de 5:00h a 20:00h. Esto sin duda será de gran ayuda para Sindy, porque le permitirá seguir trabajando en sus emprendimientos y podrá estudiar en la universidad sin tener que descuidar la pulpería.

“Veo un año atrás a la Sindy que recién iniciaba la pasantía y me doy cuenta de que ahora tengo más claras las ideas que antes, una de las cosas que me ayudó mucho fue el taller de emprendimiento. Hoy me siento más segura y me ayudó a saber bien lo que quería, por eso decidí emprender en una pulpería para poder pagarme la universidad. Ahora veo los frutos de mi emprendimiento que inicié gracias al apoyo de Gobernabilidad Local, USAID y la Red de Institutos Técnicos Comunitarios.”

IDEAS SOSTENIBLES A LARGO PLAZO

En el futuro, Sindy continuará desarrollando ambos emprendimientos y seguirá generando los ingresos necesarios para hacer crecer su pulpería y que sirva de abastecimiento para otros negocios en la zona. Adicionalmente, espera abrir un vivero de cultivo de flores -una de sus grandes pasiones- y, sobre todo, busca poder continuar estudiando en la universidad para lograr obtener su título en licenciatura en administración de empresas cafetaleras.   Ella está segura de que eso servirá de gran inspiración para el resto de los jóvenes, incluso inspirarles a encontrar formas de forjarse un futuro en Honduras.

A través de su acometividad, Sindy ha creado un arraigo más fuerte con su comunidad. Las raíces fuertes disminuyen el deseo a migrar y ella espera con estos nuevos ingresos, tendrá la posibilidad de seguir creando oportunidades de trabajo para más jóvenes. Empoderada, seguirá invirtiendo para desarrollar y beneficiar a su familia y a su comunidad.